“EL ABORTO; II PARTE”
“Te Perdono”
Te perdono mami, por provocarme aquel daño,
pues todavía me ves rodar por la alcantarilla,
ya ha pasado un gran tiempo; creo que son cuatros años;
y tu conciencia te acusa con fría pesadillas,
yo no quiero verte sufrir, oh madre mía,
por mi causa te lamentas todos los días.
Todavía recuerdas aquel momento fatal,
cuando me arrancaron de tu vientre sin piedad,
¡no!...no podía escapar de mi destino final
aquella máquina aspiraba ¡oh que fría maldad!
crujían mis cartílagos ¿no escuchaste un gritar?
pidiéndote piedad, pidiéndote una razón,
oh, tanto sufría, que temblaba al llorar,
desaté un llanto, un gran gemir de dolor.
Ni tú, ni el cruel asesino me podía escuchar,
el colmo de todo, es que mi muerte no bastó,
morí desamparado, tratando de luchar,
mientras una pinza en mi cabeza hacia presión,
con tanta fuerza que mi cabecita aplastó…
mami para entonces, no latía mi corazón…
Tus ojos contemplaron al terrible,
verme en el tubo transparente bajando,
para ti, experimentar esto fue horrible,
verme en una bandeja muerto y sangrando.
te cuidabas por el, que dirán la gente…
…mami yo te quería, mami yo te amaba…
mami porque conmigo, yo era inocente…
yo no tuve la culpa… no sabia nada…
Aquí en el cielo, es donde van las vidas frustradas,
Jesús nos enseña amar a los que no nos aman,
tanto te amo, que perdono lo que has hecho,
porque El Poderoso ha visto en ti arrepentimiento.
no temas que el defenderá tus derechos,
solo acéptalo y olvida ese acontecimiento…
Y gracias mami por demostrarme tu dolor,
comprendo que no soy la única vida frustrada,
tus lagrimas son las evidencias de tu amor.
Diles a la gente ¡no mas vidas abortadas!
Diles que esto, produce llagas al corazón,
mamita, heridas profundas de un pequeño amor.
¡Oh! Se me olvidaba mami, de su diversión,
ellos viven la vida sin la gran precaución…
¡Se golpean en el pecho, diciendo ser valiente!
¡Cometen errores en su gran vida imprudente!
¡Con la conciencia maligna, van donde el doctor!
¡A preguntar! el aborto ¿Cuál es su valor?
¡Negocia hasta que la locura arrebata!
¡Quien debe salvar vidas, es el que mata!
Mami, tu eres diferente por tu condición,
tu lloras; pero ellos siguen en su diversión,
¿Y como pueden vivir sin cargos de conciencia?
Aquellas personas que cometen estos males,
pues la misericordia no están en su presencia,
no corre sangre en las venas de estos animales,
¡Ellos son los bastardos, no debieron nacer!
¡Ellos son los bastardos, no debieron crecer!
¡DILE NO AL ABORTO!
Autor: Leonardo Barmontec. |